JUST IN TIME

Just in Time

El modelo de producción Just in time (justo a tiempo) deviene del Toyotismo y los que dieron origen en su momento a dicho proceso productivo fueron los Japoneses. Lo interesante es que se inicia a partir de una necesidad concreta: la carencia de Espacio que posee dicho país, junto a otra necesidad primordial: posicionar los productos al mercado antes que los demás competidores, es decir, establecer ventajas competitivas y poder satisfacer la necesidad primordial de los últimos tiempos de las sociedades globalizadas: el consumo.
Las características relevantes de dicho modelo son: incremento de la calidad de los productos, producción en masa, a partir de planificación y construcción de las piezas en serie, operarios poli funcionales – capacitados para efectuar diversas actividades incluyendo la manipulación de maquinarias-, productos elaborados en el tiempo preciso en que se necesita, disminución de desechos y residuos(debido al desplazamiento del “stock”) y por último el aspecto mas importante, la disminución de los tiempos.
Observándolo al modelo desde una perspectiva Tecnológica- Social- Ética se puede inferir que la utilización de las nuevas tecnologías tiene en fin, la incrementación del rendimiento en la producción y de la plusvalía de los capitalistas.
En una primera impresión podría pensarse: “¡Qué fantástico, se optimizan recursos y se minimizan los residuos!, pero no debe olvidarse que por debajo de este discurso oficial se sabe que esta disminución lleva al único objetivo de disminuir al máximo los costos y aumentar la oferta de productos al mercado para satisfacer el consumo (en los últimos tiempos de productos mayormente obsoletos) de la sociedad.
Lo que nos llevaría a una primera conclusión: el incremento del capital por parte del capitalista y por ende el aumento en la legitimización de las desigualdades de las relaciones sociales de clase.
Entonces ¿Hasta qué punto es beneficioso un Avance Tecnológico? ¿Se podrá pensar en un futuro en una posible crisis de ruptura entre la dicotomía capitalista – asalariado?